domingo, 25 de octubre de 2015

La química de la palabra

Dr. Pablo Korovsky
www.pablodkorovsky.com


¿Cual es la química de una palabra? 
¿cuál es la causa que una simple palabra pueda transformar toda nuestra vida? Pasar de la salud a la enfermedad o de la enfermedad a la salud a partir de una simple palabra?
¿Cuál es la química que modifica nuestra química? 
¿Acaso una palabra es química? Química tiene una raíz común con la antigua y misteriosa alquimia, que es la forma de transformar una substancia en otra de mayor valor, el hierro en oro por ejemplo.
La palabra es un mensaje, cuya capacidad de resonar en nosotros adquiere una trascendencia, y repercusión en un grado variable en cada ser.
Detrás de la química están las moléculas, detrás los átomos y detrás la energía sutil que nuclea a la materia y a todo lo que existe. Por eso nada está aislado, Un pensamiento es energía, y una palabra, la materialización de esa energía. Y así, se dice que Dios creó el mundo.
Una palabra es un mensaje, una orden en clave, una información que puede detonar un cambio en un organismo sensible, que reconoce ese lenguaje, como sucede en la informática.
Somos como individuos organizaciones muy complejas, un microcosmos, dentro del macrocosmos del universo que nos sostiene.
Formados por infinidad de estructuras, entre las que las biológicas son una de ellas, pero no la única. ¿Quien puede negar la existencia de lo psíquico o todo aquello que no es estrictamente biológico en el ser humano, como las emociones y el pensamiento?
Una letra por ejemplo es un símbolo que nuestra mente ha trasladado como especie humana a una roca de una caverna, un papel o una pantalla de computadora.
Somos 70% agua y el resto los componentes de la tierra, del polvo vamos y al que volvemos).
El agua no es una simple molécula de Hidrógeno y Oxigeno, en proporciones y combinaciones variables, sino mucho más de lo que la química convencional establece. El agua es una matriz donde asientan infinidad de estructuras y enlaces de energía sutiles e intensamente dinámicas.
De amplio conocimiento y difusión pública son los estudios del científico japonés Masaru Emoto que hace años ha puesto en evidencia fotográfica la sensibilidad a la que el agua es capaz de responder, modificando su estructura microscópica de acuerdo al estímulo que reciba, desde una música, una palabra agradable o no, una emoción o la intención que se le ponga a ella, por ejemplo en un vaso de agua.
Hipócrates 4 siglos A.C describía los cuatro humores, es decir LOS líquidos que constituían el origen y desarrollo de las diversas enfermedades y constituciones del hombre (colérico, melancólico, sanguíneo y flemático).
La resonancia es una propiedad en que por similitud de frecuencias vibratorias se establece un vínculo energético de movimiento y cambio entre diferentes estructuras.
Una cuerda de instrumento resuena por resonancia con su frecuencia vibratoria particular como lo hace un platillo de gong o los cuencos tibetanos.
Lo mismo ocurre con tantas otras acciones resonantes que hacen vibrar objetos diversos y hasta órganos de nuestro cuerpo.
La resonancia puede tener mayor o menor alcance, puede llegar a un órgano determinado o alcanzar la cima de la organización, la cabeza, el centro de comando directamente, la mente o el corazón u otros centros del organismo, llamados chacras, dando por resultado cambios más profundos en el sistema conjunto.
En términos terapéuticos cuanto más podamos resonar con los centros de control del organismo, más notorio y profundo será la respuesta curativa.
La homeopatía funciona precisamente por resonancia, cuya Ley es un principio de la naturaleza, La ley de la cura por lo similar, descrita también por Hipócrates.
“Lo similar cura lo similar”. 
En el caso de la Homeopatía el mensaje original de una substancia curativa es trasladado a la matriz del agua y sutilmente expandido de manera que sus efectos positivos sean suaves y no agresivos.
Si bien existen remedios homeopáticos que resuenan mas específicamente con algunos órganos o tejidos, aquel medicamento que resuene y más se aproxime a las características centrales del individuo, que como decíamos previamente, podríamos llamar el comando central del organismo, que se encuentra en la psiquis, que involucra la mente y las emociones del paciente, mayor repercusión beneficiosa tendrá consecuentemente sobre la salud integral de todos sus órganos, por lo mencionado anteriormente. Entonces se trata de una vida mejor, Hahnemann lo llamaba “alcanzar los altos fines de la existencia”.
Comencé estas reflexiones hablando de la palabra, en realidad muchos son los caminos que conducen a Roma, y las maneras de curar, como la resonancia de la palabra y su repercusión y en la psiquis humana. Hay infinidad de caminos de “resonancia sanadora” y sin duda muchos aún no los conocemos.


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